viernes, 12 de septiembre de 2014

No más cumples en silencio

Hace tiempo que, siempre que puedo y me entero, me gusta felicitar a los bebés de las nubes cuando llega su cumpleaños. Tristemente suele ser un día que se vive en silencio, sobre todo conforme van pasando los años.
 A veces, las personas más cercanas nos dedican un guiño haciéndonos saber que tampoco se olvidan y se agradece mucho. 
Cuando felicito públicamente a los amiguitos de mi Cora, siempre os sumáis a las felicitaciones y es emocionante ver cuánto amor despiertan nuestros chiquitines.
Es por eso que hoy os traigo una propuesta que hace tiempo que me ronda por la cabeza, y os invito a participar si os apetece.
Solo tenéis que enviarme un privado por Facebook o un meil a duelocondoula@gmail.com, diciéndome el nombre de vuestro peque y su día especial. 

Me comprometo a felicitar públicamente a tu bebé a través de FB y así entre todos los papás, haceros vivir ese día un poquito más acompañados ¿Qué os parece? ¿Os animas? 

NO MÁS CUMPLES EN SILENCIO -

jueves, 11 de septiembre de 2014

Cuando no te pasa a ti.

Recuerdo, hace más de 5 años, una amiga cercana se quedó embarazada. 
La primera del grupo. ¡Qué emoción! Su bebé era chiquitín. 
Ella aseguraba que le latía el corazón, yo casi ni me lo creía. algo tan pequeño tenía corazón. Pero si era un feto...
Antes de poder creérmelo, ese ser al que yo llamaba feto, voló hacia las estrellas dejando a su mamá triste y vacía.
"Pues ya tendrá otro" pensé yo. "Total, estaba embarazada de nada. No sé yo si eso del que ya latía se lo ha inventado..."
¡Qué inculta, ingenua y "pocasolta" (como decimos los catalanes) que era yo!
Mi amiga, acababa de perder a su bebé. Su querido bebé. Su primer bebé.
Y yo, como la mayoría de las personas de su entorno, minimizamos su dolor y desautorizamos ese duelo que ella necesitaba vivir, como mamá si hijo.

Al tiempo volvió a quedar embarazada, y ese primer chiquitín casi cayó en el olvido (no para ella, claro está). Y su barriga creció y su bebé nació y nadie se atrevía a hablar de aquel bebé que pudo ser y no fue.

Cuando conocí la fatídica noticia de que Cora había muerto, ella fue una de las primeras personas que se me pasaron por la mente.
¿Cómo podía haber sido tan cruel con mis palabras? ¿cómo podía haber ninguneado su dolor de esa manera? ¿Cómo podía no haber entendido su dolor?
No la entendí por que en aquel momento no sabía ni lo que era tener un hijo, ni lo que significaba perderlo.
Tardé meses en hablar con ella y pedirle perdón.
Mis propias palabras me reconcomían por dentro y de tanto en tanto me venía a la cabeza eso de . Me sentía fatal.
Por fin una tarde de verano la llamé, y le pedí perdón. Necesitaba hacerlo. Sé que para ella no era quizás tan importante como para mí. Pero sentí un alivio muy grande.
Hoy hace dos años que la vida le golpeó otra vez del mismo lado y le hizo revivir la dura experiencia de perder a su bebé. Qué injusta la vida, qué cabrona, qué de todo...
¿Hacía falta otra vez?
Esta vez ya no pensé todas aquellas barbaridades... Esta vez conocía el dolor porque lo había sufrido en mí.

Qué poco duele el dolor cuando no es tuyo. Pero cómo mata cuando te pertenece.
Esta mamá es una valiente y la admiro mucho, aunque creo que no se lo he dicho nunca.

Tiene dos niños a los que abrazar y otros dos a los que añorar. No es fácil vivir con el corazón dividido entre tu casa y las estrellas. Pero eso pocos lo saben.
No conocí a esos bebés. Ni siquiera los pude acariciar a través de la barriga de su mamá, pero para mí son muy especiales, tanto como los otros dos a lo que sí conozco y que tantas sonrisas me arrancan con sus divertidas locuras de nenes.
Carlos y Vera, que así se llaman aunque poca gente lo sepa, son tan hijos suyos como Dani y Mia, que son la cara visible de su familia.

Y hoy hace dos años que Vera no está. Y aunque tenemos la capacidad de acostumbrarnos a la ausencia, el recuerdo está presente y en su casa la echan de menos. A Vera se la quiso, se la quiere y se la querrá siempre. Por pequeñita que fuera. Por poquito tiempo que estuviera. Por poca gente que supiera de ella...

Con su pie chiquitito, pisó fuerte y dejó una huella enorme.

Gracias, Da, por permitirme aprender contigo, por hacer que siempre me divierta a tu lado, y sobretodo por darme 4 sobris. Te quiero.


viernes, 5 de septiembre de 2014

"Bebés invisibles"

Hace unos meses, tas ir a ver la obra de teatro Llibert, de Gemma Brió, me llegó un correo de la autora y actriz, comentándome que había una periodista que buscaba un par de mamás que contaran la historia sobre la pérdida de su bebé. Y que quizá me apetecía participar.
Me entusiasmé enseguida, y nos pusimos en contacto. Esta periodista era Eva Domínguez, que está al frente de MiNuShu, y se dedica, entre otras cosas, a hacer reportajes especiales. Uno de sus proyectos es una serie documental on-line, llamada “Nacer es un mundo”, en la que entrevista a diferentes personas que aportan distintas visiones en torno al nacimiento. Esta vez, quería hacer un capítulo dedicado a la muerte de los bebés intrauterinos.
Después de varios meils, quedamos. Me pareció como si la conociese de toda la vida. Una persona cálida, respetuosa y muy amable. Le hablé de mí, de mi familia, de mi Cora. Me sentí comodísima ante una mirada dulce que trasmitía una paz… Me iba preguntando cosas, yo respondía… fue un encuentro precioso. Me explicó en qué consistía en proyecto y si quería participar contando mi testimonio. Acepté encantada. Para mí es un honor poder hablar de mi hija y saber que mis palabras serán bien recibidas. A los pocos días sé que registró la historia de Ana Pérez y su dulce Valentina.
El resultado, éste. 

(Cada vez que alguien ve este vídeo, nuestros bebés invisibles cobran luz, así que si te ha gustado: comparte, comenta, difunde... gracias!!)